Exportar a Europa en 2026: cómo el CBAM cambiará las reglas del juego

En un mundo empresarial cada vez más enfocado en la sostenibilidad, la Unión Europea se prepara para implementar en 2026 el CBAM (Carbon Border Adjustment Mechanism), conocido en español como Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono. Esta nueva normativa funcionará como un “arancel al carbono” que grava las importaciones según su huella de carbono, con el fin de igualar las condiciones entre productores locales y externos. A continuación, explicamos qué es exactamente el CBAM 2026, quiénes deben cumplirlo, cuándo entra en vigor, dónde aplica y por qué es relevante para las empresas exportadoras.

Rotterdam Netherland

¿Qué es el CBAM 2026?

El CBAM 2026 es una iniciativa climática de la Unión Europea diseñada para poner un precio justo al carbono emitido en la producción de ciertos bienes importados. En otras palabras, es un mecanismo de ajuste en frontera de carbono que asegura que los productos que ingresan al mercado europeo reflejen un costo de carbono equivalente al que soportan los bienes producidos dentro de la UE. Su objetivo principal es prevenir la “fuga de carbono”, es decir, evitar que las empresas trasladen su producción a países con regulaciones ambientales más laxas o que productos locales más limpios sean sustituidos por importaciones más contaminantes. Mediante la compra de certificados de carbono CBAM por parte de los importadores, la UE nivelará el precio del carbono entre importaciones y producción doméstica, incentivando así prácticas industriales más limpias fuera de sus fronteras.

¿Quiénes deben adherirse al CBAM?

El CBAM 2026 afecta principalmente a empresas e industrias intensivas en carbono que exportan sus productos al mercado de la Unión Europea. En la fase inicial, los sectores cubiertos por esta normativa incluyen:

  • Hierro y acero – Productos siderúrgicos de alta intensidad de CO₂.
  • Aluminio – Metales ligeros utilizados en múltiples industrias.
  • Cemento – Material de construcción con alta huella de carbono.
  • Fertilizantes – Productos químicos cuyo proceso genera emisiones significativas.
  • Electricidad – Energía importada, si proviene de fuentes fósiles.
  • Hidrógeno – Producido con métodos convencionales intensivos en energía.

Estas categorías corresponden a aquellos bienes cuya producción emite más CO₂. Importadores europeos de dichos productos serán los responsables formales de cumplir con el CBAM, pero en la práctica los exportadores de países fuera de la UE (incluyendo Latinoamérica) deberán adaptarse proporcionando información de sus emisiones y posiblemente asumiendo costos de carbono. Si su empresa exporta alguno de estos productos a la UE, estará obligada a adherirse a los requisitos de medición y reporte de emisiones que impone el CBAM, de la mano del importador.

¿Cuándo entra en vigor el CBAM 2026?

La implementación del CBAM consta de dos etapas clave. Actualmente (2023-2025) rige una fase transitoria: desde el 1 de octubre de 2023 hasta el 31 de diciembre de 2025 los importadores deben reportar trimestralmente las emisiones de gases de efecto invernadero embebidas en sus importaciones, pero sin pagar ajustes por carbono durante este periodo. Este período de adaptación permite recopilar datos y familiarizar a las empresas con la normativa.

El 1 de enero de 2026 comenzará la fase definitiva del CBAM. A partir de esa fecha, el mecanismo entra plenamente en vigor y tendrá efecto económico: los importadores de la UE deberán comprar certificados CBAM para cubrir las emisiones de carbono asociadas a los bienes importados. El precio de estos certificados estará vinculado al costo del carbono en el mercado europeo (ETS). En resumen, 2026 es el año en que el ajuste en frontera de carbono se convierte en una realidad financiera para las exportaciones hacia Europa, por lo que las empresas tienen un plazo limitado para prepararse.

¿Dónde aplica el CBAM?

El CBAM aplica exclusivamente en el territorio aduanero de la Unión Europea, abarcando a todos los países miembros de la UE. Esto significa que cualquier importación de los productos regulados que ingrese a la UE desde un país tercero estará sujeta al mecanismo de ajuste de carbono. No importa si la empresa exportadora está en Argentina, Brasil, China o cualquier otro país fuera del bloque; lo relevante es el destino final en el mercado común europeo. Al cruzar la frontera de la UE, las mercancías cubiertas por el CBAM deberán declarar su contenido de carbono y afrontar el costo de los certificados según corresponda. Cabe destacar que el Reino Unido y otros países podrían implementar mecanismos similares en el futuro, pero el CBAM es pionero a nivel mundial al ser el primer “arancel verde” de este tipo establecido en una gran economía. Por lo tanto, toda empresa exportadora hacia la UE en los sectores mencionados debe considerar esta normativa dentro de sus planes de comercio exterior.

¿Por qué es relevante el mecanismo de ajuste en frontera de carbono de la Unión Europea?

El ajuste en frontera de carbono de la UE es relevante por múltiples razones. En primer lugar, surge para fortalecer la acción climática global: asegura que los esfuerzos de reducción de emisiones de Europa no se vean socavados por importaciones más contaminantes, alineando el comercio internacional con las metas del Acuerdo de París. Además, protege la competitividad de la industria europea, nivelando el campo de juego para que las empresas locales (que ya pagan por sus emisiones bajo el EU ETS) compitan en igualdad de condiciones con los productores extranjeros. En segundo lugar, desde la perspectiva empresarial, el CBAM representa un cambio significativo en las reglas del comercio internacional, orientado a promover prácticas más limpias y equitativas. Ignorar esta normativa no es opción: las exportaciones con alta huella de carbono podrían encarecerse y perder atractivo en el mercado europeo, afectando ventas e ingresos.

Por otro lado, el CBAM también puede verse como una oportunidad. Las empresas exportadoras que adapten sus procesos hacia una menor intensidad de carbono —por ejemplo, invirtiendo en tecnologías más limpias, eficiencia energética o energías renovables— estarán en mejor posición para mantener su competitividad. Incluso podrían obtener ventaja si sus productos demuestran una huella de carbono inferior a la de sus competidores. Prepararse con antelación es clave: medir la huella de carbono de los productos, optimizar las cadenas de suministro y reportar transparencia en emisiones serán prácticas cada vez más valoradas en el comercio exterior sostenible.

En este contexto, contar con asesoría especializada puede marcar la diferencia. La solución de DelPlata Green ayuda a las empresas a entender y cumplir el CBAM 2026 de forma eficiente, facilitando la adaptación a la normativa sin perder competitividad. Con el apoyo adecuado, este desafío regulatorio puede convertirse en una oportunidad para innovar, mejorar procesos y demostrar el compromiso de su empresa con la sostenibilidad. En definitiva, el CBAM 2026 no solo es una exigencia para quienes exportan a la UE, sino un catalizador para evolucionar hacia un modelo de negocio más sostenible y preparado para el futuro del comercio internacional.

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