Conoce más sobre la sostenibilidad ambiental y cómo puede ayudar a tu organización.
De acuerdo con la Comisión Brundtland de Naciones Unidas en 1987 el desarrollo sostenible debe ser entendido en el contexto de la época y debe valorarse su objetivo de generar conciencia de la finitud de los recursos y de la necesidad del crecimiento responsable de las Naciones y la incorporación de una línea temporal Ecosistémica para contrarrestar los comportamientos EGO-sistémicos que se habían observado en esa década. Según la definición de la Organización Amartya, “La sustentabilidad para una sociedad significa la existencia de condiciones económicas, ecológicas, sociales y políticas que permitan su funcionamiento de forma armónica a lo largo del tiempo y del espacio. En el tiempo, la armonía debe darse entre las generaciones actuales y las venideras; en el espacio, la armonía debe generarse entre los diferentes sectores sociales, entre mujeres y hombres y entre la población con su ambiente”. A partir de esta definición, se pueden extrar dos conceptos fundamentales: a) El concepto de armonía o BALANCE de los elementos económicos, ecológicos, sociales y políticos cuya existencia es algo necesario, lo que para mí es un punto clave para el desarrollo sostenible. b) la inclusión de los dos ejes: el temporal, tal como se incorpora en el informe Brundtland; y el espacial, en donde se define al ecosistema completo en donde la armonía debe generarse. Fuente: Desarrollo sostenible y Negocios de Impacto
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) constituyen un llamamiento universal a la acción para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y mejorar las vidas y las perspectivas de las personas en todo el mundo. En 2015, todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas aprobaron 17 Objetivos como parte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en la cual se establece un plan para alcanzar los Objetivos en 15 años. Fuente: La Agenda para el Desarrollo Sostenible, ONU.
Los 17 ODS son:
- Fin de la pobreza.
- Hambre cero.
- Salud y bienestar.
- Educación de calidad.
- Igualdad de género.
- Agua limpia y saneamiento.
- Energía asequible y no contaminante.
- Trabajo decente y crecimiento económico.
- Industria, innovación e infraestructura.
- Reducción de las desigualdades.
- Ciudades y comunidades sostenibles.
- Producción y consumo responsables.
- Acción por el clima.
- Vida submarina.
- Vida de ecosistemas terrestres.
- Paz, justicia e instituciones sólidas.
- Alianzas para lograr los objetivos.
La sustentabilidad se centra en el uso racional de los recursos naturales actuales para no comprometer los de las futuras generaciones. Este concepto, según el economista Herman Daly, establece que los recursos renovables no deben utilizarse a un ritmo superior al de su regeneración. Además, las sustancias contaminantes deben gestionarse de manera que el medioambiente pueda absorberlas sin deteriorarse. La sustentabilidad busca mantener el equilibrio ecológico al garantizar el correcto manejo de los recursos naturales.
Por otro lado, la sostenibilidad es un concepto más amplio que abarca no solo la protección ambiental, sino también el desarrollo social y económico. Introducido en el Informe Brundtland de 1987, la sostenibilidad busca mejorar la calidad de vida de las personas, reducir las desigualdades y garantizar un desarrollo duradero sin comprometer el bienestar de las generaciones futuras. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, como la eliminación de la pobreza y la protección del medioambiente, son un claro ejemplo de este enfoque.
La principal diferencia entre sostenibilidad y sustentabilidad radica en su enfoque. Mientras que la sustentabilidad se centra en la conservación de los recursos naturales, la sostenibilidad busca un cambio integral que incluya aspectos sociales, económicos, políticos y culturales, además de los ambientales. Un proceso sostenible es aquel que promueve un entorno social más justo y respetuoso con el planeta, mientras que un proceso sustentable es aquel que puede mantenerse a largo plazo mediante el uso adecuado de los recursos.
En resumen, la sostenibilidad promueve un desarrollo global equilibrado en todas las áreas de la sociedad, mientras que la sustentabilidad se enfoca principalmente en la defensa y el uso adecuado de los recursos naturales para garantizar un futuro sostenible.
Fuente: BBVALas empresas tienen un rol fundamental en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), contribuyendo a crear un mundo más equitativo y sostenible. A través de diversas acciones estratégicas, las organizaciones pueden alinear sus operaciones y prácticas con estos objetivos globales. Aquí te presentamos tres áreas clave en las que las empresas pueden aportar significativamente.
Responsabilidad Social Empresaria (RSE)
Las iniciativas de Responsabilidad Social Empresaria (RSE) son esenciales para contribuir a los ODS. Estas actividades pueden estar dirigidas tanto al público interno de la empresa como a la comunidad en general. Al adoptar programas de educación, bienestar laboral o inclusión, las empresas promueven el crecimiento social y económico, impactando directamente en los ODS relacionados con la igualdad, el trabajo decente y la educación de calidad.
Optimización de procesos internos
Las empresas también pueden colaborar con los ODS optimizando sus procesos internos para maximizar sus impactos positivos en el ámbito ambiental y social. Esto incluye la reducción de la huella de carbono, el uso eficiente de recursos y la implementación de políticas de equidad. Al mejorar estas áreas, las empresas contribuyen al cuidado del medioambiente y al desarrollo sostenible de las comunidades donde operan.
Innovación en productos y servicios
La innovación es una herramienta poderosa para avanzar hacia los ODS. Las empresas pueden desarrollar productos y servicios sostenibles que, además de generar valor económico, contribuyan directamente a objetivos como la lucha contra el cambio climático, el consumo responsable y la creación de ciudades y comunidades más sostenibles. Innovar con un enfoque en los ODS fortalece tanto la competitividad de la empresa como su impacto positivo en la sociedad.
Fuente: Las ODS y el Sector PrivadoEl Triple Impacto es un enfoque empresarial que busca equilibrar tres dimensiones clave: el beneficio social, ambiental y económico. Las empresas de triple impacto integran en su estrategia la mejora del bienestar social, la preservación ambiental y el crecimiento económico sostenible. Este modelo responde a los grandes retos globales como el cambio climático, la desigualdad y la crisis sanitaria, promoviendo prácticas que benefician a la sociedad en su conjunto y minimizan los daños al planeta. Así, las empresas se convierten en actores clave para generar un cambio positivo en el mundo.
Para ser una empresa de triple impacto, es fundamental incorporar una mirada social, que priorice la equidad y relaciones comerciales justas; un compromiso con la sostenibilidad ambiental, integrando prácticas responsables a lo largo de toda la cadena productiva; y una rentabilidad económica basada en estos pilares. Este enfoque no solo permite a las organizaciones mantenerse competitivas en mercados cada vez más interesados en la sostenibilidad, sino que también las ayuda a cumplir con regulaciones, obtener certificaciones, como la B Corporation, y alcanzar metas más ambiciosas a largo plazo.
Una Empresa B es una organización que, además de buscar el éxito financiero, coloca en el centro de su modelo de negocio el compromiso con el impacto social y ambiental. Estas empresas miden su desempeño en cinco áreas clave: Gobernanza, Trabajadores, Clientes, Comunidad y Medio Ambiente. A través de la certificación B, otorgada por la organización sin fines de lucro B Lab, las empresas se someten a una evaluación integral que permite identificar oportunidades de mejora y asegurar que su misión de generar un impacto positivo se mantenga en el tiempo.
Las empresas certificadas B no solo buscan ser las mejores del mundo, sino también ser mejores para el mundo. Este sello garantiza que la compañía está comprometida con un desarrollo continuo y con la creación de una economía más sostenible e inclusiva. Entre los beneficios de ser una Empresa B, se destacan el fortalecimiento de su reputación, la atracción de talento que comparte los mismos valores y la posibilidad de acceder a nuevas oportunidades de mercado que priorizan el triple impacto. Desde DelPlata Green, acompañamos y asesoramos en la preparación para convertirse en una empresa B.